Este martes, cuando gran cantidad de personas se concentrarán en la Capital Federal, movilizados unos por el PJ y el gobierno, y otros por las agrupaciones rurales más los partidos políticos disidentes y otras agrupaciones sociales y sindicales, nosotros permaneceremos en nuestras tareas cotidianas y veremos el desarrollo de los acontecimientos desde los canales de televisión.
Como muchos otros compañeros creemos que la democracia no está en peligro como opinan los seguidores del gobierno, en todo caso lo que se discute es una forma de hacer política. No creemos que los más de cien diputados que votaron en contra de la resolución 125, los más de 500 intendentes que se manifestaron de la misma forma, los gobernadores y tantos otros sean golpistas, antidemocráticos y destituyentes. El manifestarse en contra de un acto de gobierno o de una ley es tan legítimo como el que está a favor.
Los que pregonamos una política distinta, algo nuevo, participativo, horizontal, abierto y democrático, no podemos ni deberíamos marchar junto a los Fernandez, D’Elia, Depetri, Moreno, Jaime, Devido, Kunkel, Moyano y tantos otros que de democráticos no tienen nada. Hablan de la distribución de la riqueza ¿Cuál? ¿La de la construcción de las casas del Plan Federal, que se lanzan en vísperas de una elección y que como pasa aquí en Mar del Plata aún no se han construido ni entregado ni un 5%? ¿O la de los hospitales, que no tienen personal, les falta insumos y cada día son menos las camas a disposición de los enfermos? Debe ser la distribución previsional donde se jubiló a muchas personas que no tenían aportes y se aumentaron los haberes, pero que mientras el ANSES presta dinero para pagar deudas, los jubilados en su gran mayoría cobran menos de mil pesos.
Sería necio no reconocer que el gobierno actual ha realizado una tarea importante en los derechos humanos del pasado, la designación de una Corte Suprema independiente, la desocupación esta en niveles casi normales, se desembarazó del cepo del FMI. Pero mientras tanto se sigue gobernando con súper-poderes y se apoyan en una ley del proceso militar para fijar los impuestos aduaneros.
La otra concentración, la de los ruralistas. Aunque compartimos el reclamo de los pequeños y medianos productores, porque tal cual está la ley no los beneficia, porque sabemos lo que es reclamarle al Estado una retribución y además porque no estamos de acuerdo con los Art. 1º y 2º. Pero no podemos ni debemos concentrarnos con Cecilia Pando, Luís Barrionuevo, Macri, Carrió y lo más granado de la derecha tradicional, que cuando ellos gobernaron ya sabemos cómo nos fue.
Sin lugar a dudas estamos totalmente en contra de los escarches sufridos por algunos diputados e intendentes, lo que debería ser castigado con todo el rigor de la ley. No es democrático ni tolerante este tipo de manifestaciones. Así mismo no podemos aceptar como positivos los discursos oficialistas donde se trata a los disidentes de golpistas, destituyentes o antidemocráticos. Desde la más alta envestidura al hacer una aseveración semejante, debería presentar la denuncia ante la justicia penal correspondiente, de lo contrario mantenerse en silencio en estos temas.
Nosotros creemos que debemos seguir pensando que una Argentina distinta es posible y que somos muchos los ciudadanos que queremos un cambio en la forma de hacer política, con transparencia, participación, solidaridad y equidad. Creemos en los líderes elegidos por el consenso de los militantes y no en los iluminados de turno, que cuando se les termina la iluminación nos estrellan, como ha sucedido hasta ahora. Las decisiones, tanto a nivel gubernamental, como político partidario deben ser tomadas en consensos amplios, profundos y no solo por un grupo o sector que siguen un alineamiento rayano en la obsecuencia.
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