martes, 26 de febrero de 2008

Proyecto Propio

Aldo Ares
E. mail.: aldoares@hotmail.com

PROYECTO PROPIO

Debo admitir que el escrito que nos mandaron desde el “Equipo de Trabajo” del Encuentro me produjo perplejidad. Como si te mandaran una manzana oxidada que tenían en el congelador desde hace 50 años.
Y es que me dio la impresión que Perón, que fue incapaz de hacer hijos, había resucitado en forma de probeta milagrosa o que nos engañó a todos y nos dejó un hijo congelado para asegurarse la perpetuidad.
La primera frase ya es toda una declaración de intenciones que no admite dudas y a mí, personalmente, me costó seguir leyendo, como una comida que se te atraganta. Como cuando a los niños no le pasa la comida pero tienen que comerla a la fuerza porque ellos no mandan.
También me dio la impresión de que alguien se quiere bajar los pantalones. No entiendo de quién fue la idea de hacernos leer algo del pasado cuando se supone que “nosotros somos LO NUEVO”.
Antes de conocer a Martín Sabbatella -consta en mis escritos- mi conclusión era que tanto el peronismo como el radicalismo son dos partidos muertos, que en los últimos cien años han desdirigido y arruinado el país.
Al conocer a Martín coincidimos en que estos partidos deben terminar de morir y otros partidos, nuevos, frescos, modernos, de futuro, deben nacer, deben tomar el testigo, para que el país tome otro rumbo más igualitario y democrático en serio.
Por eso la proposición de lectura de este tipo de pensamiento dogmático me parece un despropósito, ¡No puede ser verdad!
Nosotros debemos partir de ideas nuevas, debemos partir de un “Proyecto Propio”. Cualquier otro entretenimiento es una pérdida de tiempo.
Entre líneas de lo que nos envían se respira sectarismo, parcialidad y análisis de una realidad que no es la realidad. Creo que vemos argentinas diferentes.
Volvemos a la división, al odio entre clases, a la exclusión del otro porque no entra en la religión del que propone. Es definitivamente un pensamiento muerto, del pasado, totalitario.
No estoy para revivir un pasado estúpido, sin sentido. Conmigo que no cuenten para esto. La injusticia social creada por los dirigentes peronistas es la causa de que hoy ningún argentino está seguro en su propia casa y te maten como mosquitos ante la mirada impotente e inoperante del Estado. La vida de un argentino hoy no vale nada, y si esto no duele no sé para que mierda estar en política.
El mundo moderno va por otro lado. Por el pragmatismo y la esencia democrática, los valores de inclusión para todos, de la tolerancia, sin excepción. Y esto no se consigue con dogmas y oscurantismos.
La ciencia de la información, la tecnología actual y la justicia aplicada nos permiten y exigen un mundo de transparencia, un poste indicador para prevenir el engaño y quitarnos la careta para que la política no sea una servicio para las personas que la ejercen sino para organizar un bienestar de toda la comunidad.
Nuestro Proyecto debe ir al tronco y, algo irrenunciable, debe ser la descentralización del país, la organización solidaria de las provincias con un autogobierno real; construir una autonomía institucional de las regiones, para un desarrollo equitativo, para que cada argentino crezca en igualdad de oportunidades con independencia de dónde viva. Debemos proponer un cambio estructural de las reglas de juego.
Nuestro Proyecto debe ser nuevo de verdad, inspirador, como un calcetín que se le da la vuelta. Necesitamos cirugía de verdad no remiendos. Necesitamos un país con una red moderna de ferrocarriles para que la gente no se deje la vida en rutas del siglo pasado y de paso evitar exceso de contaminación ambiental. El tren bala es una excentricidad cuando no se tiene lo primordial. Necesitamos una red de autovías entre las principales capitales, no rutas estrafalarias con peaje, de un carril que matan al año 12.000 argentinos, muertes evitables, un verdadero genocidio.
Necesitamos un país con unos derechos sociales justos para todos los argentinos, no mediante un sistema de premios a los clientes. Ningún argentino debe ser nunca más un cliente de un partido político. Debe recuperar su dignidad de ciudadano.
Debemos preparar un sistema político que gobierne quien gobierne se respete los proyectos y las planificaciones a largo plazo, mediante unos planes institucionales blindados por ley.
Debemos generar un sistema educativo ejemplarizante y obligatorio. Sin un pueblo debidamente formado es imposible abordar un futuro sostenible.
Y Debemos crear un sistema impositivo coherente y asumible para no desangrar a los ciudadanos y que les permita crecer con incentivos y motivación. La economía de mercado es la que mejor funciona en todo el mundo, pero en Argentina seguimos pensando que somos más papistas que el papa. Es necesaria una estricta regulación.
Necesitamos reconstruir el sistema de seguridad nacional mediante una formación apropiada de los servidores del orden y que no se conviertan en delincuentes que aprovechan el uniforme para atemorizar y matar a los contribuyentes.
En resumen, debemos construir un PROYECTO DE PAIS que no tenemos.
Creo que es hora de que surjan “Nuevos” argentinos que no tengan nada que ver con la “VIEJA POLITICA”. Si esto no sucede, no perdamos el tiempo, que sigan los que están, que saben mejor que nadie cómo destruir el país cada vez que les toca gobernar.
El tema es bien simple: seguir con “Más de lo Mismo” o innovar construyendo un Camino Nuevo, con gente nueva y la puerta abierta a todos los argentinos bien intencionados. Innovar es el camino.

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