lunes, 20 de octubre de 2008

Crisis

Crisis
A todas las personas más o menos informadas nos preocupa la tremenda crisis financiera que asola al mundo globalizado y amenaza con convertirse en una depresión económica inédita.
Mientras los culpables de tamaño desastre, algunos se retiran de sus funciones cobrando sumas multimillonarias y otros siguen con cara de “yo no fui” y también siguen cobrando, muchos trabajadores que no tienen más que su jornal se quedan sin trabajo, miles de personas entran a engrosar los niveles de pobreza e indigencia. Miles de niños morirán por la desnutrición y causas previsibles.
Con una parte de lo que se ha invertido en el salvataje de los bancos, se hubiera terminado con el hambre en el mundo. Millones de personas que comen mal, que no tiene agua potable, que no tienen asistencia en salud y mueren por esas causas, podrían tener al menos lo imprescindible.
Claro que en un mundo capitalista y globalizado a todos nos preocupa la crisis financiera, pero hay otra crisis mucho más profunda y que en definitiva es la causante de ésta, todas las pasadas y las que vendrán, y es la crisis moral. Ésta es la verdadera causa de la debacle, "don dinero" es más importante que el ser, que el hombre mismo.
Los gobiernos ya no gobiernan, son los capitales y las grandes corporaciones las que deciden. No tienen cara visible, son eso corporaciones, es simplemente dinero. Ponen y sacan gobiernos a su antojo y si alguien osa interponerse a sus designios usan todo su poder económico y bélico para malograrlo. De esto hay infinidad de ejemplos.
Todo está dirigido a su favor. Los medios de comunicación nos dicen que si no usamos tal vehículo, tal ropa o frecuentamos cierto círculo, no estamos en el mundo, somos excluidos. Vale más un personaje que usa una 4x4, que no se sabe cómo logró comprar, que un señor que viaja todos los días en bicicleta a su trabajo.
A esto me refiero cuando digo que la crisis más grave es la moral. La ética, la familia, los amigos, la educación han pasado a ser cosas secundarias para priorizar el “tener”. No importa como, pero hay que tener para mostrar que estamos en el círculo de elegidos. Nos han acostumbrado a buscar la felicidad en donde jamás la encontraremos.
Si no se hubiera perdido la moral y la ética, estos “muchachos” que se han llevado tanto dinero que ni viviendo cien vidas podrán gastar, no habrían hecho semejante descalabro. No les importa la miseria y la pobreza a la que condenan con su vil proceder a millones de personas.
La crisis financiera y económica en unos años se solucionará y todos nos olvidaremos de este mal trance, para recordarla nuevamente cuando otra nueva crisis igual o peor se presente. Inevitablemente esto sucederá si no superamos la otra, la moral, y seguimos privilegiando al dinero antes que al ser humano.

Eduardo Montarcé

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