Crisis
A todas las personas más o menos informadas nos preocupa la tremenda crisis financiera que asola al mundo globalizado y amenaza con convertirse en una depresión económica inédita.
Mientras los culpables de tamaño desastre, algunos se retiran de sus funciones cobrando sumas multimillonarias y otros siguen con cara de “yo no fui” y también siguen cobrando, muchos trabajadores que no tienen más que su jornal se quedan sin trabajo, miles de personas entran a engrosar los niveles de pobreza e indigencia. Miles de niños morirán por la desnutrición y causas previsibles.
Con una parte de lo que se ha invertido en el salvataje de los bancos, se hubiera terminado con el hambre en el mundo. Millones de personas que comen mal, que no tiene agua potable, que no tienen asistencia en salud y mueren por esas causas, podrían tener al menos lo imprescindible.
Claro que en un mundo capitalista y globalizado a todos nos preocupa la crisis financiera, pero hay otra crisis mucho más profunda y que en definitiva es la causante de ésta, todas las pasadas y las que vendrán, y es la crisis moral. Ésta es la verdadera causa de la debacle, "don dinero" es más importante que el ser, que el hombre mismo.
Los gobiernos ya no gobiernan, son los capitales y las grandes corporaciones las que deciden. No tienen cara visible, son eso corporaciones, es simplemente dinero. Ponen y sacan gobiernos a su antojo y si alguien osa interponerse a sus designios usan todo su poder económico y bélico para malograrlo. De esto hay infinidad de ejemplos.
Todo está dirigido a su favor. Los medios de comunicación nos dicen que si no usamos tal vehículo, tal ropa o frecuentamos cierto círculo, no estamos en el mundo, somos excluidos. Vale más un personaje que usa una 4x4, que no se sabe cómo logró comprar, que un señor que viaja todos los días en bicicleta a su trabajo.
A esto me refiero cuando digo que la crisis más grave es la moral. La ética, la familia, los amigos, la educación han pasado a ser cosas secundarias para priorizar el “tener”. No importa como, pero hay que tener para mostrar que estamos en el círculo de elegidos. Nos han acostumbrado a buscar la felicidad en donde jamás la encontraremos.
Si no se hubiera perdido la moral y la ética, estos “muchachos” que se han llevado tanto dinero que ni viviendo cien vidas podrán gastar, no habrían hecho semejante descalabro. No les importa la miseria y la pobreza a la que condenan con su vil proceder a millones de personas.
La crisis financiera y económica en unos años se solucionará y todos nos olvidaremos de este mal trance, para recordarla nuevamente cuando otra nueva crisis igual o peor se presente. Inevitablemente esto sucederá si no superamos la otra, la moral, y seguimos privilegiando al dinero antes que al ser humano.
Eduardo Montarcé
lunes, 20 de octubre de 2008
El Mundo al Revéz
Escribe Aldo Ares
E.mail.: aldoares@hotmail.com
EL MUNDO AL REVES:
LO PEOR VIENE DE CAMINO
Con la nacionalización de la banca americana quedó a la intemperie el fallo colosal del sistema financiero capitalista imperante. La falta de reglas transparentes en el control de las finanzas del libre mercado dejó al descubierto el agujero del capital privado. Y algo que no está en los manuales de la economía ortodoxa sucedió. Lo público tuvo que salir al rescate del descalabro de lo privado para evitar no solo males mayores sino el colapso de la economía mundial.
EL SOCIALISMO SALVA AL CAPITALISMO
La intervención del Estado en la banca privada coloca al sistema americano en la antítesis de su propio modelo. El impulso de la hecatombe sitúa a Bush, con la nacionalización bancaria, a la izquierda de su bestia negra, el “deschavado” Chávez. En todo caso, el contrapeso de los hechos ha trastocado el libre mercado, ha colocado el mundo al revés.
Hasta el mismísimo primer ministro británico, Gordon Brown, un cadáver político hace pocas semanas, que gracias a su inoperancia había resucitado a los moribundos conservadores, recobró el oxígeno con una jugada maestra, que a la postre adoptó a pie juntillas los Estados Unidos y los propios Estados miembros de la Unión Europea. Su proeza, adoptar un plan de rescate público sobre su sistema financiero y ejecutarlo sobre la marcha. Dio la luz al oscuro túnel de la economía mundial en caída libre.
Acto seguido, los 27 países que componen la unión europea cerraron filas y, sin fisuras, inyectaron más de dos billones de euros al sistema bancario común para garantizar los depósitos de los ahorradores y evitar riesgos que amenazaban con la debacle de la economía comunitaria.
Europa, por primera vez en la historia toma la delantera a los Estados Unidos, que se ve desbordada por la dureza de la realidad, sin red para atajar la caída de su libre mercado. Las reglas de juego del sistema financiero ya nunca serán lo mismo. La gloria del neoliberalismo ha pasado a mejor vida, o sea, a la peor de las vidas, dejó de respirar.
El sistema que bendijo el último Dios del Tesoro americano, el todopoderoso Alan Greenspan, que prohibió enfáticamente la regulación, el control y la supervisión de los movimientos bancarios, se vino abajo y destruyó la credibilidad de su postulado.
Ahora, una comunidad europea, mejor preparada que tras la segunda guerra mundial, es la que propone un nuevo firmamento financiero, un trueque de la opacidad bancaria por la transparencia de su funcionamiento, con una supervisión colegiada, reglas visibles, y que propone eliminar el limbo del los 37 paraísos fiscales, refugio de robos descomunales que hasta ahora escapan al control de los Estados y de la ley.
EL INCREIBLE FALLO DE LOS ECONOMISTAS
Las cabezas pensantes se preguntarán: ¿Cómo es posible que los economistas no previeran este desplome descomunal? Porque se supone que la ciencia está para algo. Y si la ciencia falla, la gravedad es más extrema si cabe.
Los científicos no solo no supieron prevenir, sino que además aconsejaron mal. No hicieron nada para evitar los defectos de la desregulación, fueron sumisos al poderío del dinero, dejaron el camino libre a la estafa, legitimaron el robo.
Pues, los economistas conocían el agujero gigantesco de las hipotecas basura pero se callaron ¿Por qué? La deuda incobrable es tan sideral que no cabría otra solución que autodestruir el mercado y volver a empezar con lo que quedara de los escombros, parecía ser la consigna.
EMERGENCIA Y RECESIÓN
Lo contradictorio de este rescate billonario de los Estados es que la crisis aún no está resuelta, no hay suficiente liquidez. Prueba de ello es que las bolsas operan como montañas rusas que suben y bajan estrepitosamente.
Las empresas más emblemáticas de Estados Unidos y Europa no paran de despedir personal y el desempleo ya se ha convertido en los platos rotos del desastre. La morosidad por impago de hipotecas y otros créditos se ha triplicado. Por tanto el problema no está en lo que ha pasado sino en lo que viene de camino. La recesión es un hecho, no un fantasma, que atacará, como siempre, a los más desfavorecidos, a los puestos de trabajo y a los salarios.
El desplome de las materias primas, la base de la economía argentina, se ha unido al empeoramiento generalizado. La soja, de 600 dólares ha bajado a la mitad, lo mismo que el petróleo que llegó a l50 dólares el barril para situarse en 66 dólares actualmente. La recaudación del Estado como consecuencia bajará a la mitad y será imposible hacer frente a las obligaciones contraídas.
El autismo de nuestro gobierno, la falta de reacción con medidas urgentes para la emergencia en que nos encontramos hace temer lo peor para finalizar el año con dignidad. Pero el 2009 se hará notar con la virulencia de un país que desaprovechó la bonanza de los precios internacionales, que no invirtió en infraestructuras, que no está preparado para dar respuesta a una crisis de las dimensiones que se avecinan.
La Argentina necesita refinanciar sus deudas, se acabaron las vacas gordas del superávit y el mundo no tiene liquidez para prestarnos, incluido Chávez que pierde su gallina de los huevos de oro con el desplome de los petrodólares.
El destino se la juega a los K de cara al próximo año electoral, le quita su principal arma, el poder de don dinero. Las medidas económicas que requiere el país para enfrentarse a la crisis pueden esperar, a juzgar por los hechos, no así la previsión de la puesta a punto del clientelismo político que ya calienta motores.
Entre otras medidas urgentes se debería meter cuchillo con una rebaja sustancial al IVA de los alimentos de primera necesidad y un arreglo imprescindible con las retenciones al campo. Nadie en su sano juicio va a enterrar su dinero en el campo ante un panorama tan desolador, si no tiene reglas claras que le devuelvan la confianza.
FUERA DEL MUNDO
No es una novedad que en materia política La Argentina se quedó en el pasado. Pero también resulta devastador ver estos días que la televisión ocupa el 90 por ciento de su tiempo en discusiones inútiles de nuestro devaluado fútbol, con la que está cayendo en la economía mundial. También en fútbol nos apartamos de la democracia, con unos dirigentes lamentables que ejercen de dictadores vitalicios. El resto del tiempo de la tele lo llena las vanidades de Tinelli o los cotilleos de bajas pasiones. Parece que los gestores de la Prensa masiva van paralelos a la mediocridad social y política. El mundo no nos importa, por ahora. Sigamos la fiesta.
E.mail.: aldoares@hotmail.com
EL MUNDO AL REVES:
LO PEOR VIENE DE CAMINO
Con la nacionalización de la banca americana quedó a la intemperie el fallo colosal del sistema financiero capitalista imperante. La falta de reglas transparentes en el control de las finanzas del libre mercado dejó al descubierto el agujero del capital privado. Y algo que no está en los manuales de la economía ortodoxa sucedió. Lo público tuvo que salir al rescate del descalabro de lo privado para evitar no solo males mayores sino el colapso de la economía mundial.
EL SOCIALISMO SALVA AL CAPITALISMO
La intervención del Estado en la banca privada coloca al sistema americano en la antítesis de su propio modelo. El impulso de la hecatombe sitúa a Bush, con la nacionalización bancaria, a la izquierda de su bestia negra, el “deschavado” Chávez. En todo caso, el contrapeso de los hechos ha trastocado el libre mercado, ha colocado el mundo al revés.
Hasta el mismísimo primer ministro británico, Gordon Brown, un cadáver político hace pocas semanas, que gracias a su inoperancia había resucitado a los moribundos conservadores, recobró el oxígeno con una jugada maestra, que a la postre adoptó a pie juntillas los Estados Unidos y los propios Estados miembros de la Unión Europea. Su proeza, adoptar un plan de rescate público sobre su sistema financiero y ejecutarlo sobre la marcha. Dio la luz al oscuro túnel de la economía mundial en caída libre.
Acto seguido, los 27 países que componen la unión europea cerraron filas y, sin fisuras, inyectaron más de dos billones de euros al sistema bancario común para garantizar los depósitos de los ahorradores y evitar riesgos que amenazaban con la debacle de la economía comunitaria.
Europa, por primera vez en la historia toma la delantera a los Estados Unidos, que se ve desbordada por la dureza de la realidad, sin red para atajar la caída de su libre mercado. Las reglas de juego del sistema financiero ya nunca serán lo mismo. La gloria del neoliberalismo ha pasado a mejor vida, o sea, a la peor de las vidas, dejó de respirar.
El sistema que bendijo el último Dios del Tesoro americano, el todopoderoso Alan Greenspan, que prohibió enfáticamente la regulación, el control y la supervisión de los movimientos bancarios, se vino abajo y destruyó la credibilidad de su postulado.
Ahora, una comunidad europea, mejor preparada que tras la segunda guerra mundial, es la que propone un nuevo firmamento financiero, un trueque de la opacidad bancaria por la transparencia de su funcionamiento, con una supervisión colegiada, reglas visibles, y que propone eliminar el limbo del los 37 paraísos fiscales, refugio de robos descomunales que hasta ahora escapan al control de los Estados y de la ley.
EL INCREIBLE FALLO DE LOS ECONOMISTAS
Las cabezas pensantes se preguntarán: ¿Cómo es posible que los economistas no previeran este desplome descomunal? Porque se supone que la ciencia está para algo. Y si la ciencia falla, la gravedad es más extrema si cabe.
Los científicos no solo no supieron prevenir, sino que además aconsejaron mal. No hicieron nada para evitar los defectos de la desregulación, fueron sumisos al poderío del dinero, dejaron el camino libre a la estafa, legitimaron el robo.
Pues, los economistas conocían el agujero gigantesco de las hipotecas basura pero se callaron ¿Por qué? La deuda incobrable es tan sideral que no cabría otra solución que autodestruir el mercado y volver a empezar con lo que quedara de los escombros, parecía ser la consigna.
EMERGENCIA Y RECESIÓN
Lo contradictorio de este rescate billonario de los Estados es que la crisis aún no está resuelta, no hay suficiente liquidez. Prueba de ello es que las bolsas operan como montañas rusas que suben y bajan estrepitosamente.
Las empresas más emblemáticas de Estados Unidos y Europa no paran de despedir personal y el desempleo ya se ha convertido en los platos rotos del desastre. La morosidad por impago de hipotecas y otros créditos se ha triplicado. Por tanto el problema no está en lo que ha pasado sino en lo que viene de camino. La recesión es un hecho, no un fantasma, que atacará, como siempre, a los más desfavorecidos, a los puestos de trabajo y a los salarios.
El desplome de las materias primas, la base de la economía argentina, se ha unido al empeoramiento generalizado. La soja, de 600 dólares ha bajado a la mitad, lo mismo que el petróleo que llegó a l50 dólares el barril para situarse en 66 dólares actualmente. La recaudación del Estado como consecuencia bajará a la mitad y será imposible hacer frente a las obligaciones contraídas.
El autismo de nuestro gobierno, la falta de reacción con medidas urgentes para la emergencia en que nos encontramos hace temer lo peor para finalizar el año con dignidad. Pero el 2009 se hará notar con la virulencia de un país que desaprovechó la bonanza de los precios internacionales, que no invirtió en infraestructuras, que no está preparado para dar respuesta a una crisis de las dimensiones que se avecinan.
La Argentina necesita refinanciar sus deudas, se acabaron las vacas gordas del superávit y el mundo no tiene liquidez para prestarnos, incluido Chávez que pierde su gallina de los huevos de oro con el desplome de los petrodólares.
El destino se la juega a los K de cara al próximo año electoral, le quita su principal arma, el poder de don dinero. Las medidas económicas que requiere el país para enfrentarse a la crisis pueden esperar, a juzgar por los hechos, no así la previsión de la puesta a punto del clientelismo político que ya calienta motores.
Entre otras medidas urgentes se debería meter cuchillo con una rebaja sustancial al IVA de los alimentos de primera necesidad y un arreglo imprescindible con las retenciones al campo. Nadie en su sano juicio va a enterrar su dinero en el campo ante un panorama tan desolador, si no tiene reglas claras que le devuelvan la confianza.
FUERA DEL MUNDO
No es una novedad que en materia política La Argentina se quedó en el pasado. Pero también resulta devastador ver estos días que la televisión ocupa el 90 por ciento de su tiempo en discusiones inútiles de nuestro devaluado fútbol, con la que está cayendo en la economía mundial. También en fútbol nos apartamos de la democracia, con unos dirigentes lamentables que ejercen de dictadores vitalicios. El resto del tiempo de la tele lo llena las vanidades de Tinelli o los cotilleos de bajas pasiones. Parece que los gestores de la Prensa masiva van paralelos a la mediocridad social y política. El mundo no nos importa, por ahora. Sigamos la fiesta.
Carta de Pérez Esquivel
Sra. Presidenta Cristina Fernández de Kirchner
Ciudadana Presidenta.
Recibe el fraterno saludo de Paz y Bien
Te envío la presente carta abierta, ya que has decidido ignorar la enviada meses atrás. Es tu responsabilidad. De mi parte tengo la responsabilidad de recordar a quienes nos gobiernan sobre los problemas que afectan a nuestro país, en particular la situación que viven los sectores más desprotegidos y castigados.
Aquellos que llevamos muchos años de militancia, caminando junto al pueblo en las buenas y las malas, lo hacemos con la fuerza y la esperanza que es posible otra Argentina más justa y fraterna. La resistencia y luchas por los derechos de nuestro pueblo son muchas veces tensas y conflictivas, pero también poseen el sabor de la esperanza al poder avanzar y acompañar el despertar del pueblo y la alegría de ver que muchos sectores sociales asumen su propio camino y son protagonistas y constructores de su propia vida y de su propia historia.
Por tal motivo vuelvo a insistir, como ciudadano que se dirige a la ciudadana Presidenta de la Nación, con la intención de hacer algunos aportes constructivos.
Comprendo que los gobernantes muchas veces no pueden llevar adelante las políticas propuestas en su programa. No es fácil empuñar el timón de un barco que debe enfrentar temporales y borrascas en circunstancias difíciles como las que vive el país y las fuertes presiones, tanto en lo interno, como en lo internacional.
El conflicto con los empresarios agropecuarios es un ejemplo para tener en cuenta. Cuando tocan sus intereses no miden las consecuencias, siendo el pueblo quien recibió las cachetadas de todos los lados. Esos sectores continuarán presionando y buscan debilitar al gobierno. Utilizan métodos de desestabilizació n y agudización del conflicto. Estas metodologías no son nuevas; las vienen aplicando contra los gobiernos de Bolivia, Venezuela y Ecuador No hay casualidades. Tenemos el ejemplo valeroso de Cuba que debe enfrentar permanentemente la agresión de la gran potencia.
Aquí, los del "campo" amenazan con nuevos paros y aunque no lo dicen públicamente, se siente un fuerte tufillo golpista. Hay que rechazar cualquier intento en esa dirección y hay que hacer memoria para iluminar el presente.
Es cierto que no se puede involucrar a todos los trabajadores agropecuarios en la misma política desestabilizadora, como así también el gobierno debe cambiar su actitud y asumir sus errores y saber diferenciar a los pequeños y medianos productores rurales y tener presente que muchos de ellos pasan por serias dificultades y que tienen el derecho de reclamar soluciones justas.
Pero también debo decirte que me preocupa no saber hasta donde le interesa al gobierno, el pueblo. Una cosa son los discursos y otra los hechos. Las contradicciones son grandes. Por un lado, anuncias con gran publicidad que el gobierno ha decidido el pago de la deuda externa, al Club de París, deuda que bien sabes es inmoral, injusta e ilegítima, y como dice el maestro Caloi, el único deporte que práctica ese club es la "bicicleta financiera". En tu viaje al corazón del mundo financiero en bancarrota de EE.UU., un gran país que perdió el rumbo, anuncias que se va a pagar a los bonistas que quedaron fuera del canje. Y todos aplauden y se asombran como monitos adiestrados, pero exigen más y más.
¿Qué esperas de esa política? ¿Que si haces bien los deberes que te imponen los que mandan, recibirás como regalo que el país sea aceptado en el sistema financiero capitalista y recibir préstamos que el país deberá devolver con intereses y la deuda seguirá creciendo hasta lo infinito y que las nuevas generaciones deberán pagarla?. Hay que pedir al Tata Dios que nos libre de semejante suicidio político y económico. En ese circuito vicioso el que siempre pierde es el pueblo
Recordarás que el ex presidente Kirchner, a quien bien conoces, decidió pagar al FMI y la situación del país no ha mejorado, por el contrario ha transferido dinero del pueblo sin ninguna consulta y ha aumentado la pobreza, el desempleo, el analfabetismo. Quiso sacarse al FMI de encima pero es como los piojos, siempre vuelven; salvo que el tratamiento sea a fondo. El vapuleado INDEC se especializa en hacer dibujitos muy malos para demostrar lo indemostrable. Creo que deben tomar clases de dibujo y ética para que sean creíbles.
Todo ese escenario se presenta como un gran triunfo mediático para calmar a las fieras del mercado, pero no debes olvidar que esas fieras son insaciables y te pueden devorar. A muchos nos preocupa que el gobierno haya claudicado en los principios que en algún momento decía defender.
Nos preocupa que insista en continuar la misma política de entrega pagando la deuda externa con el hambre del pueblo y suma a los bonistas buitres, a los que el gobierno juró y re-juró que no se pagaría, que quedaban fuera del canje, pero ahora encajan.
Es lógico que la ciudadanía se pregunte: ¿hacia donde va el país?- ¿Donde está la soberanía nacional que tantas luchas, sufrimientos y esperanzas costó? Ciudadana Cristina, son muchos años de lucha, de sufrimiento y resistencia en la esperanza, y no luchamos para entregar el país y perder el patrimonio y la soberanía. Nuestras luchas fueron y son para defender la vida y la dignidad de cada persona y del pueblo, restablecer el Estado de Derecho y participación democrática, para que las nuevas generaciones tengan una vida justa y en libertad. No para ser sometidos y dominados.
La lucha por los derechos humanos debe ser transformadora de la sociedad. No paliativos para que nada cambie. Ciudadana presidenta, hablas de los derechos humanos y privilegias a unos organismos y discriminas a otros. No hay claridad conceptual ni objetividad en las políticas del gobierno.
Los gobiernos pasan y los organismos de derechos humanos y sociales trascienden las coyunturas políticas y su credibilidad social es la coherencia entre el decir y el hacer; en el compromiso día a día con el pueblo y en su independencia de los poderes de turno. Nadie es dueño de los derechos humanos. Lo más que podemos aspirar es ser sus servidores, que nos permite construir espacios de libertad y participación en la construcción democrática, en la memoria colectiva, en la defensa de la vida y la dignidad de las personas y los pueblos.
Lamento ciudadana presidenta que no tengas la capacidad del dialogo Has optado por actuar políticamente en la confrontación, y no es buen camino. Dialogas únicamente con quienes son obsecuentes y consecuentes con las políticas del gobierno y el modelo de país que pregonas en tus discursos. Pero la realidad marca que nuestro país está sometido, entregado, malvendido y devastado y el gobierno está profundizando la política neo-liberal que llevó a la perdida de la soberanía y donde se violan sistemáticamente los derechos humanos. Hay que despertar y ver la realidad.
Debo decirte que esta carta, aunque tenga cosas que no te gusten, tiene por objeto contribuir y ayudar a encontrar alternativas correctas y no terminar en frustraciones que serían graves para el país. No queremos que fracase el gobierno que presides. Tu fracaso sería el fracaso de todo el país.
Un buen amigo recordó un antiguo proverbio que quisiera compartir contigo y dice: "Hay que parar el cuerpo, para que lo alcance el alma". No pierdas tu alma, ciudadana presidenta Cristina; permite que el alma llegue a tu cuerpo y despierte en ti la mística de servir al pueblo y dejar que entre la luz en tu mente y coraz
Los derechos humanos deben ser comprendidos en su integridad, como parte indivisible de la construcción democrática No se agotan en la terrible dictadura militar que sufrimos, tanto en nuestro país como en todo el continente. Aquellos que sobrevivimos al horror luchamos con fuerza y esperanza para que el país pueda alcanzar la Paz y la dignidad que merece. Y muchos hombres y mujeres asumimos la militancia y compromiso desde la fuerza del Evangelio y tratamos de caminar juntos a los pueblos abiertos al ecumenismo con hermanos y hermanas de diversas vertientes religiosas, filosóficas, culturales y políticas. Desde ahí aprendimos a compartir el pan y la libertad; el pan que alimenta el cuerpo y el pan que alimenta el espíritu, resistiendo y construyendo en el hacer cotidiano, compartiendo la libertad que nos da la fuerza de Amar para avanzar hacia cambios estructurales y no caer en la resignación y la derrota en la que no hay otras alternativas.
Todos los días aprendemos del vivir y compartir. Ahí están las enseñanzas del querido maestro de América, Paulo Freire, quien decía: "lo contrario del amor no es el odio. Lo contrario del amor es el miedo a amar". Es el desafío de la Vida.
Cada persona tiene su memoria personal y la memoria colectiva y algunos momentos de lo vivido nos marcan en toda la vida. Siempre recuerdo los primeros 32 días de prisión en un tubo de la Superintendencia de Seguridad Nacional, en una maloliente celda que fuera un centro de torturas. Pude ver que una prisionera o prisionero que la ocupó antes que yo, tuvo la fuerza espiritual y coraje de escribir con su propia sangre "Dios no mata".
Nunca puedo olvidar esa fuerza del espíritu de quien, en ese momento límite entre la vida y la muerte luchaba con fe por un país más justo y fraterno para todos. Sentí y perdura en mí la fuerza espiritual del Amor y la trascendencia de quienes dieron su vida para dar más vida. En nuestra lucha y resistencia levantamos la bandera de: "No matarás ni con hambre, ni con balas". Así surgieron las grandes jornadas de rebelión no-violenta, de ayuno, oración y marchas de la resistencia contra la dictadura. En el tiempo esa bandera continúa vigente, tenemos claro que la lucha no terminó.
Hoy el Movimiento de los Chicos del Pueblo denuncia que "El hambre es un crimen" y por decir la verdad sufren persecución, allanamientos, castigos y amenazas. Los chicos deben ser escuchados y no reprimidos. Nos preguntamos: ¿Dónde quedó toda esa lucha de dolor, resistencia y esperanzas? No queremos que les roben a los chicos la esperanza de construir un mundo mas justo y fraterno para todos.
¿Fue inútil el camino recorrido de resistencia en estos 25 años de gobiernos constitucionales? Valoramos algunos avances del gobierno, como los juicios a los genocidas, de llevarlos ante la justicia y que los jueces determinen el grado de responsabilidad y que los culpables reciban la condena que les corresponde; es el único camino para lograr el derecho de Verdad y Justicia que permita al pueblo alcanzar la Paz.
Tenemos necesidad de preservar los espacios de la memoria y tener una mirada más profunda de la situación que vive el país. Reclamamos y llevamos a todos los ámbitos el grave problema de la deuda externa y sus consecuencias sociales, políticas y económicas.
El Evangelio dice: "No hay peor sordo que aquel que no quiere oír, ni peor ciego que aquel que no quiere ver". Arturo Jauretche sabia ver hondo en la vida y conciencia nacional, y le gustaba sacudir la modorra del pensamiento para despertar la creatividad y su ironía apuntaba a las contradicciones de las "zonceras de los argentinos" y conocía las vueltas de tuerca que algunos dan en sus vidas por conveniencia y no por convicciones.
Ciudadana presidenta, ser pragmático es ser coherente entre el decir y el hacer, tener posiciones firmes y no dejarse llevar de las narices por los que mandan. Sabes que el poder real no está en los gobiernos. Pero son los gobiernos quienes tienen que recuperar el poder para gobernar con equidad, al servicio del pueblo y no continuar con el despojo impuesto por quienes entregaron el país a manos del capital financiero internacional. Recuperar la soberanía nacional es el gran desafío.
Algunos compañeros gobernantes en América Latina lo están haciendo. Es cierto que tienen dificultades frente a los poderes mafiosos nacionales e internacionales, pero están logrando avanzar en la construcción de nuevos paradigmas de vida para sus pueblos, son ejemplos que debemos valorar en la lucha por la recuperación de la soberanía.
No voy a señalar en esta carta lo ya dicho en la anterior, donde planteo ejes medulares que es necesario superar. Para lograrlo hace falta mucho coraje y fortaleza de convicciones y la mística transformadora para superar la pobreza, preservar el medio ambiente y luchar contra el despojo de las tierras a nuestros campesinos e indígenas. Esto no se puede postergar. Es urgente y hay que asumirlo antes que sea tarde.
Te reitero el fraterno saludo de Paz y Bien deseándote mucha fuerza y esperanza.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nóbel de la Paz
Buenos Aires, 9 de octubre del 2008
Ciudadana Presidenta.
Recibe el fraterno saludo de Paz y Bien
Te envío la presente carta abierta, ya que has decidido ignorar la enviada meses atrás. Es tu responsabilidad. De mi parte tengo la responsabilidad de recordar a quienes nos gobiernan sobre los problemas que afectan a nuestro país, en particular la situación que viven los sectores más desprotegidos y castigados.
Aquellos que llevamos muchos años de militancia, caminando junto al pueblo en las buenas y las malas, lo hacemos con la fuerza y la esperanza que es posible otra Argentina más justa y fraterna. La resistencia y luchas por los derechos de nuestro pueblo son muchas veces tensas y conflictivas, pero también poseen el sabor de la esperanza al poder avanzar y acompañar el despertar del pueblo y la alegría de ver que muchos sectores sociales asumen su propio camino y son protagonistas y constructores de su propia vida y de su propia historia.
Por tal motivo vuelvo a insistir, como ciudadano que se dirige a la ciudadana Presidenta de la Nación, con la intención de hacer algunos aportes constructivos.
Comprendo que los gobernantes muchas veces no pueden llevar adelante las políticas propuestas en su programa. No es fácil empuñar el timón de un barco que debe enfrentar temporales y borrascas en circunstancias difíciles como las que vive el país y las fuertes presiones, tanto en lo interno, como en lo internacional.
El conflicto con los empresarios agropecuarios es un ejemplo para tener en cuenta. Cuando tocan sus intereses no miden las consecuencias, siendo el pueblo quien recibió las cachetadas de todos los lados. Esos sectores continuarán presionando y buscan debilitar al gobierno. Utilizan métodos de desestabilizació n y agudización del conflicto. Estas metodologías no son nuevas; las vienen aplicando contra los gobiernos de Bolivia, Venezuela y Ecuador No hay casualidades. Tenemos el ejemplo valeroso de Cuba que debe enfrentar permanentemente la agresión de la gran potencia.
Aquí, los del "campo" amenazan con nuevos paros y aunque no lo dicen públicamente, se siente un fuerte tufillo golpista. Hay que rechazar cualquier intento en esa dirección y hay que hacer memoria para iluminar el presente.
Es cierto que no se puede involucrar a todos los trabajadores agropecuarios en la misma política desestabilizadora, como así también el gobierno debe cambiar su actitud y asumir sus errores y saber diferenciar a los pequeños y medianos productores rurales y tener presente que muchos de ellos pasan por serias dificultades y que tienen el derecho de reclamar soluciones justas.
Pero también debo decirte que me preocupa no saber hasta donde le interesa al gobierno, el pueblo. Una cosa son los discursos y otra los hechos. Las contradicciones son grandes. Por un lado, anuncias con gran publicidad que el gobierno ha decidido el pago de la deuda externa, al Club de París, deuda que bien sabes es inmoral, injusta e ilegítima, y como dice el maestro Caloi, el único deporte que práctica ese club es la "bicicleta financiera". En tu viaje al corazón del mundo financiero en bancarrota de EE.UU., un gran país que perdió el rumbo, anuncias que se va a pagar a los bonistas que quedaron fuera del canje. Y todos aplauden y se asombran como monitos adiestrados, pero exigen más y más.
¿Qué esperas de esa política? ¿Que si haces bien los deberes que te imponen los que mandan, recibirás como regalo que el país sea aceptado en el sistema financiero capitalista y recibir préstamos que el país deberá devolver con intereses y la deuda seguirá creciendo hasta lo infinito y que las nuevas generaciones deberán pagarla?. Hay que pedir al Tata Dios que nos libre de semejante suicidio político y económico. En ese circuito vicioso el que siempre pierde es el pueblo
Recordarás que el ex presidente Kirchner, a quien bien conoces, decidió pagar al FMI y la situación del país no ha mejorado, por el contrario ha transferido dinero del pueblo sin ninguna consulta y ha aumentado la pobreza, el desempleo, el analfabetismo. Quiso sacarse al FMI de encima pero es como los piojos, siempre vuelven; salvo que el tratamiento sea a fondo. El vapuleado INDEC se especializa en hacer dibujitos muy malos para demostrar lo indemostrable. Creo que deben tomar clases de dibujo y ética para que sean creíbles.
Todo ese escenario se presenta como un gran triunfo mediático para calmar a las fieras del mercado, pero no debes olvidar que esas fieras son insaciables y te pueden devorar. A muchos nos preocupa que el gobierno haya claudicado en los principios que en algún momento decía defender.
Nos preocupa que insista en continuar la misma política de entrega pagando la deuda externa con el hambre del pueblo y suma a los bonistas buitres, a los que el gobierno juró y re-juró que no se pagaría, que quedaban fuera del canje, pero ahora encajan.
Es lógico que la ciudadanía se pregunte: ¿hacia donde va el país?- ¿Donde está la soberanía nacional que tantas luchas, sufrimientos y esperanzas costó? Ciudadana Cristina, son muchos años de lucha, de sufrimiento y resistencia en la esperanza, y no luchamos para entregar el país y perder el patrimonio y la soberanía. Nuestras luchas fueron y son para defender la vida y la dignidad de cada persona y del pueblo, restablecer el Estado de Derecho y participación democrática, para que las nuevas generaciones tengan una vida justa y en libertad. No para ser sometidos y dominados.
La lucha por los derechos humanos debe ser transformadora de la sociedad. No paliativos para que nada cambie. Ciudadana presidenta, hablas de los derechos humanos y privilegias a unos organismos y discriminas a otros. No hay claridad conceptual ni objetividad en las políticas del gobierno.
Los gobiernos pasan y los organismos de derechos humanos y sociales trascienden las coyunturas políticas y su credibilidad social es la coherencia entre el decir y el hacer; en el compromiso día a día con el pueblo y en su independencia de los poderes de turno. Nadie es dueño de los derechos humanos. Lo más que podemos aspirar es ser sus servidores, que nos permite construir espacios de libertad y participación en la construcción democrática, en la memoria colectiva, en la defensa de la vida y la dignidad de las personas y los pueblos.
Lamento ciudadana presidenta que no tengas la capacidad del dialogo Has optado por actuar políticamente en la confrontación, y no es buen camino. Dialogas únicamente con quienes son obsecuentes y consecuentes con las políticas del gobierno y el modelo de país que pregonas en tus discursos. Pero la realidad marca que nuestro país está sometido, entregado, malvendido y devastado y el gobierno está profundizando la política neo-liberal que llevó a la perdida de la soberanía y donde se violan sistemáticamente los derechos humanos. Hay que despertar y ver la realidad.
Debo decirte que esta carta, aunque tenga cosas que no te gusten, tiene por objeto contribuir y ayudar a encontrar alternativas correctas y no terminar en frustraciones que serían graves para el país. No queremos que fracase el gobierno que presides. Tu fracaso sería el fracaso de todo el país.
Un buen amigo recordó un antiguo proverbio que quisiera compartir contigo y dice: "Hay que parar el cuerpo, para que lo alcance el alma". No pierdas tu alma, ciudadana presidenta Cristina; permite que el alma llegue a tu cuerpo y despierte en ti la mística de servir al pueblo y dejar que entre la luz en tu mente y coraz
Los derechos humanos deben ser comprendidos en su integridad, como parte indivisible de la construcción democrática No se agotan en la terrible dictadura militar que sufrimos, tanto en nuestro país como en todo el continente. Aquellos que sobrevivimos al horror luchamos con fuerza y esperanza para que el país pueda alcanzar la Paz y la dignidad que merece. Y muchos hombres y mujeres asumimos la militancia y compromiso desde la fuerza del Evangelio y tratamos de caminar juntos a los pueblos abiertos al ecumenismo con hermanos y hermanas de diversas vertientes religiosas, filosóficas, culturales y políticas. Desde ahí aprendimos a compartir el pan y la libertad; el pan que alimenta el cuerpo y el pan que alimenta el espíritu, resistiendo y construyendo en el hacer cotidiano, compartiendo la libertad que nos da la fuerza de Amar para avanzar hacia cambios estructurales y no caer en la resignación y la derrota en la que no hay otras alternativas.
Todos los días aprendemos del vivir y compartir. Ahí están las enseñanzas del querido maestro de América, Paulo Freire, quien decía: "lo contrario del amor no es el odio. Lo contrario del amor es el miedo a amar". Es el desafío de la Vida.
Cada persona tiene su memoria personal y la memoria colectiva y algunos momentos de lo vivido nos marcan en toda la vida. Siempre recuerdo los primeros 32 días de prisión en un tubo de la Superintendencia de Seguridad Nacional, en una maloliente celda que fuera un centro de torturas. Pude ver que una prisionera o prisionero que la ocupó antes que yo, tuvo la fuerza espiritual y coraje de escribir con su propia sangre "Dios no mata".
Nunca puedo olvidar esa fuerza del espíritu de quien, en ese momento límite entre la vida y la muerte luchaba con fe por un país más justo y fraterno para todos. Sentí y perdura en mí la fuerza espiritual del Amor y la trascendencia de quienes dieron su vida para dar más vida. En nuestra lucha y resistencia levantamos la bandera de: "No matarás ni con hambre, ni con balas". Así surgieron las grandes jornadas de rebelión no-violenta, de ayuno, oración y marchas de la resistencia contra la dictadura. En el tiempo esa bandera continúa vigente, tenemos claro que la lucha no terminó.
Hoy el Movimiento de los Chicos del Pueblo denuncia que "El hambre es un crimen" y por decir la verdad sufren persecución, allanamientos, castigos y amenazas. Los chicos deben ser escuchados y no reprimidos. Nos preguntamos: ¿Dónde quedó toda esa lucha de dolor, resistencia y esperanzas? No queremos que les roben a los chicos la esperanza de construir un mundo mas justo y fraterno para todos.
¿Fue inútil el camino recorrido de resistencia en estos 25 años de gobiernos constitucionales? Valoramos algunos avances del gobierno, como los juicios a los genocidas, de llevarlos ante la justicia y que los jueces determinen el grado de responsabilidad y que los culpables reciban la condena que les corresponde; es el único camino para lograr el derecho de Verdad y Justicia que permita al pueblo alcanzar la Paz.
Tenemos necesidad de preservar los espacios de la memoria y tener una mirada más profunda de la situación que vive el país. Reclamamos y llevamos a todos los ámbitos el grave problema de la deuda externa y sus consecuencias sociales, políticas y económicas.
El Evangelio dice: "No hay peor sordo que aquel que no quiere oír, ni peor ciego que aquel que no quiere ver". Arturo Jauretche sabia ver hondo en la vida y conciencia nacional, y le gustaba sacudir la modorra del pensamiento para despertar la creatividad y su ironía apuntaba a las contradicciones de las "zonceras de los argentinos" y conocía las vueltas de tuerca que algunos dan en sus vidas por conveniencia y no por convicciones.
Ciudadana presidenta, ser pragmático es ser coherente entre el decir y el hacer, tener posiciones firmes y no dejarse llevar de las narices por los que mandan. Sabes que el poder real no está en los gobiernos. Pero son los gobiernos quienes tienen que recuperar el poder para gobernar con equidad, al servicio del pueblo y no continuar con el despojo impuesto por quienes entregaron el país a manos del capital financiero internacional. Recuperar la soberanía nacional es el gran desafío.
Algunos compañeros gobernantes en América Latina lo están haciendo. Es cierto que tienen dificultades frente a los poderes mafiosos nacionales e internacionales, pero están logrando avanzar en la construcción de nuevos paradigmas de vida para sus pueblos, son ejemplos que debemos valorar en la lucha por la recuperación de la soberanía.
No voy a señalar en esta carta lo ya dicho en la anterior, donde planteo ejes medulares que es necesario superar. Para lograrlo hace falta mucho coraje y fortaleza de convicciones y la mística transformadora para superar la pobreza, preservar el medio ambiente y luchar contra el despojo de las tierras a nuestros campesinos e indígenas. Esto no se puede postergar. Es urgente y hay que asumirlo antes que sea tarde.
Te reitero el fraterno saludo de Paz y Bien deseándote mucha fuerza y esperanza.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nóbel de la Paz
Buenos Aires, 9 de octubre del 2008
viernes, 3 de octubre de 2008
Del Corralito al Corralón
Escribe Aldo Ares
E.mail.: aldoares@hotmail.com
DEL CORRALITO ARGENTINO
AL CORRALON MUNDIAL
Los argentinos tenemos experiencia en materia de desastre financiero. Aquel diciembre del 2001 despedazó el país y todavía no tocamos fondo. El problema nuestro, drama y tragedia -a la vez- es que nos tomamos lo serio a chiste, aunque lo envolvemos de solemnidad, de boato y fuegos de artificio.
Las consecuencias del made in argentina están escritas en la realidad que tenemos a la vista: una lotería que toca a unos pocos y manda a la trastienda de la pobreza a la mayoría de la población.
La sombra de nuestro abismo es que el desastre financiero viene precedido de un desastre político, nuestra marca registrada, de un cataclismo moral de nuestra sociedad, que nos ha dejado sin instituciones y una casa común sin paredes.
Lo financiero desembocó en deuda “estratosférica” imposible de pagar. Lo político en salto al vacío sin red, imposible de amortiguar la mortal caída. Ni de lo financiero, ni de lo político tenemos repuesto, reposición, ni recambio. Solo nubarrones en el horizonte y llanto en los corazones.
PRECURSORES
Precursores y pioneros en el desastre. Quién lo diría. Lo importante es destacar, aunque sea en lo peor.
El iceberg de la burbuja argentina inoculó el sistema norteamericano y se tambaleó el mundo. Los argentinos lo vimos primero.
No es para risa, pero Cristina se lo tomó para el “churrete”. Nuestra Mafalda es especialista en chinchar y escupir para arriba aunque se ahogue la familia. “No te arrimes que me tiznas”: le dijo una sartén a la otra.
¿EL FIN DEL CAPITALISMO?
Esto si que es más serio de lo que parece. La mesa del imperio, del sistema, se pudrió y se quedó sin patas. El capitalismo se ahogó en sus fétidas aguas. Se le nubló la vista, le entró las cataratas y, ciego y sin rumbo, aguarda su muerte.
La clave del casino para que no se desfonde es el control. Y como falló el control, el casino se fue a la quiebra. Y el jefe de la banda, Bush, sin enterarse, ocho años en la inopia.
Resumiendo el “cotarro”, esta locura, viene de dejar suelto al que dirige la codicia. Los grandes gestores de las grandes compañías, bancos de inversión, exigieron que les dejaran el grifo abierto. Sueldos descomunales para ellos y libertad para especular y poder engordar sus propias acciones. El resultado de la codicia rompió el sistema, porque por encima del interés general prevaleció el interés personal de estos gestores fantasmas que quieren ganar más que todos los accionistas juntos.
Ni con la cárcel estos facinerosos pagan el daño que han hecho al sistema y en especial a los ciudadanos de a pie.
UNA NUEVA ERA
El capitalismo entró en estado de defunción. Alguna vez podría pasar y pasó. Una nueva era, con otras reglas de juego está en marcha. La hegemonía americana mundial está en serio riesgo de desvanecerse. Otro mundo nos espera, ojala que el nuevo orden sea mejor que el que ha muerto.
En este nuevo ordenamiento mundial jugarán un papel importante los países emergentes como China, La India, Brasil. Nosotros no figuramos en este grupo de grandes expectativas, perdimos el tren hace rato, pero quién sabe si nuestro espíritu creyente, mesiánico, nos devuelve al mundo. La suerte que siempre es esquiva tal vez se apiade de nosotros que vivimos colgados de los milagros, alejados del sacrificio, la seriedad, el trabajo y la responsabilidad.
Necesitamos un estruendoso exorcismo espiritual para regresar al honor de nuestra patria, al respeto a nuestras instituciones republicanas, a la decencia de la política, a la confianza de la sociedad, a la educación obligatoria de todos nuestros niños y al respeto a la vida de todos los que no piensan igual pero son argentinos. Necesitamos huir de la mentira, los extremos y las falsas ideologías. Necesitamos la luz de la transparencia, no el error de ocultar todo para tapar la incapacidad y la falta de idoneidad. Necesitamos compartir y convivir, evadirnos de la codicia despiadada, que siembra pobreza a diestra y siniestra. En medio de esta convulsión mundial llegó nuestra hora de reinventarnos o pereceremos para siempre.
EL HORROR DEL 29
La debacle de ese año histórico, convertido en mito del capitalismo, siempre vuelve. Pero esta vez no es una amenaza, vino para quedarse.
El recuerdo de cientos de miles de campesinos americanos que lo perdieron todo, a manos de los bancos, deambulando en busca de comida y trabajo de peones para sobrevivir, es la postal del 29 que vuelve a nuestra memoria. Y los miles de suicidios en las ciudades de tanta gente arruinada.
Pues bien, la mentira del capitalismo nos ha vuelto a traicionar. El Estado, los Estados, nos decían que ahorráramos, que invirtiéramos en fondos de inversiones, en fondos de pensiones, que las pensiones no se podían garantizar a futuro. Al final papá Estado ha tenido que salir a “rescatar” a los bancos que debían garantizar nuestros ahorros y nuestras jubilaciones.
Y a nosotros, a la gente de a pie, ¿Quién nos rescata? ¿Al obrero, a la clase media, quién la rescata de la gran estafa? ¿Quién rescata a los pobres de su pobreza? El hombre, objeto puro de la codicia, del consumo, no tiene protección en este sistema perverso. Para el hombre no hay reposición.
Por eso no está nada mal que este sistema muera y dé paso a otro opuesto que garantice no ya su dinero sino su propia vida, el derecho a su existencia de una forma más digna que la actual.
EL CORRALON DE UNA MUERTE ANUNCIADA
El corralito argentino ha vuelto a la memoria de los mortales de medio mundo. El debate de la calle, de los telediarios, de las tertulias televisivas nos ha devuelto a la actualidad, somos el ejemplo de la debacle, de esta burbuja asesina y ladrona.
Pero como no hay mal que por bien no venga, no sería extraño que La Argentina pueda resurgir de sus cenizas en este corralón mundial. Las posibilidades son escasas, dadas nuestras características, nuestras costumbres provincianas, nuestra inocencia gaucha, nuestra “cultura” de ser los mejores aunque estamos a la cola de todo. En codicia y corrupción no nos gana nadie.
Somos rehenes de nosotros mismos. No es normal que a La Argentina le vaya bien si al 80 por ciento de los argentinos les va rematadamente mal.
En todo y en el mejor de los casos -y por las dudas lo de los milagros sea un bien nacional- me encomiendo a la misma “potra” del bicampeón de formula 1, Fernando Alonso, en la última carrera de Singapur.
El asturiano no tenía la menor chance de ganar ya que partió del décimo- quinto puesto. En las primeras vueltas repostó combustible porque era la ley del condenado que no tenía nada que perder. En esas, su compañero brasileño de escudería, Nelsiño Piqué, se empotró contra las vallas de protección y cambió la película. Entró a la pista el coche de seguridad y Alonso se posicionó detrás, es decir, primero y con el tanque lleno. A este milagro (accidente) se sumó otro más, consiguió mantenerse primero hasta el final y ganó la carrera.
En una de esas, esta debacle financiera del corralón mundial, sirve para que nos quiten la deuda externa, se evaporen los archivos que nos tienen agarrados de los ovarios y de paso nos perdonen la sequía.
Puestos a pedir, el cielo es celeste como nuestra bandera, que lo declaren argentino y patrimonio mundial.
E.mail.: aldoares@hotmail.com
DEL CORRALITO ARGENTINO
AL CORRALON MUNDIAL
Los argentinos tenemos experiencia en materia de desastre financiero. Aquel diciembre del 2001 despedazó el país y todavía no tocamos fondo. El problema nuestro, drama y tragedia -a la vez- es que nos tomamos lo serio a chiste, aunque lo envolvemos de solemnidad, de boato y fuegos de artificio.
Las consecuencias del made in argentina están escritas en la realidad que tenemos a la vista: una lotería que toca a unos pocos y manda a la trastienda de la pobreza a la mayoría de la población.
La sombra de nuestro abismo es que el desastre financiero viene precedido de un desastre político, nuestra marca registrada, de un cataclismo moral de nuestra sociedad, que nos ha dejado sin instituciones y una casa común sin paredes.
Lo financiero desembocó en deuda “estratosférica” imposible de pagar. Lo político en salto al vacío sin red, imposible de amortiguar la mortal caída. Ni de lo financiero, ni de lo político tenemos repuesto, reposición, ni recambio. Solo nubarrones en el horizonte y llanto en los corazones.
PRECURSORES
Precursores y pioneros en el desastre. Quién lo diría. Lo importante es destacar, aunque sea en lo peor.
El iceberg de la burbuja argentina inoculó el sistema norteamericano y se tambaleó el mundo. Los argentinos lo vimos primero.
No es para risa, pero Cristina se lo tomó para el “churrete”. Nuestra Mafalda es especialista en chinchar y escupir para arriba aunque se ahogue la familia. “No te arrimes que me tiznas”: le dijo una sartén a la otra.
¿EL FIN DEL CAPITALISMO?
Esto si que es más serio de lo que parece. La mesa del imperio, del sistema, se pudrió y se quedó sin patas. El capitalismo se ahogó en sus fétidas aguas. Se le nubló la vista, le entró las cataratas y, ciego y sin rumbo, aguarda su muerte.
La clave del casino para que no se desfonde es el control. Y como falló el control, el casino se fue a la quiebra. Y el jefe de la banda, Bush, sin enterarse, ocho años en la inopia.
Resumiendo el “cotarro”, esta locura, viene de dejar suelto al que dirige la codicia. Los grandes gestores de las grandes compañías, bancos de inversión, exigieron que les dejaran el grifo abierto. Sueldos descomunales para ellos y libertad para especular y poder engordar sus propias acciones. El resultado de la codicia rompió el sistema, porque por encima del interés general prevaleció el interés personal de estos gestores fantasmas que quieren ganar más que todos los accionistas juntos.
Ni con la cárcel estos facinerosos pagan el daño que han hecho al sistema y en especial a los ciudadanos de a pie.
UNA NUEVA ERA
El capitalismo entró en estado de defunción. Alguna vez podría pasar y pasó. Una nueva era, con otras reglas de juego está en marcha. La hegemonía americana mundial está en serio riesgo de desvanecerse. Otro mundo nos espera, ojala que el nuevo orden sea mejor que el que ha muerto.
En este nuevo ordenamiento mundial jugarán un papel importante los países emergentes como China, La India, Brasil. Nosotros no figuramos en este grupo de grandes expectativas, perdimos el tren hace rato, pero quién sabe si nuestro espíritu creyente, mesiánico, nos devuelve al mundo. La suerte que siempre es esquiva tal vez se apiade de nosotros que vivimos colgados de los milagros, alejados del sacrificio, la seriedad, el trabajo y la responsabilidad.
Necesitamos un estruendoso exorcismo espiritual para regresar al honor de nuestra patria, al respeto a nuestras instituciones republicanas, a la decencia de la política, a la confianza de la sociedad, a la educación obligatoria de todos nuestros niños y al respeto a la vida de todos los que no piensan igual pero son argentinos. Necesitamos huir de la mentira, los extremos y las falsas ideologías. Necesitamos la luz de la transparencia, no el error de ocultar todo para tapar la incapacidad y la falta de idoneidad. Necesitamos compartir y convivir, evadirnos de la codicia despiadada, que siembra pobreza a diestra y siniestra. En medio de esta convulsión mundial llegó nuestra hora de reinventarnos o pereceremos para siempre.
EL HORROR DEL 29
La debacle de ese año histórico, convertido en mito del capitalismo, siempre vuelve. Pero esta vez no es una amenaza, vino para quedarse.
El recuerdo de cientos de miles de campesinos americanos que lo perdieron todo, a manos de los bancos, deambulando en busca de comida y trabajo de peones para sobrevivir, es la postal del 29 que vuelve a nuestra memoria. Y los miles de suicidios en las ciudades de tanta gente arruinada.
Pues bien, la mentira del capitalismo nos ha vuelto a traicionar. El Estado, los Estados, nos decían que ahorráramos, que invirtiéramos en fondos de inversiones, en fondos de pensiones, que las pensiones no se podían garantizar a futuro. Al final papá Estado ha tenido que salir a “rescatar” a los bancos que debían garantizar nuestros ahorros y nuestras jubilaciones.
Y a nosotros, a la gente de a pie, ¿Quién nos rescata? ¿Al obrero, a la clase media, quién la rescata de la gran estafa? ¿Quién rescata a los pobres de su pobreza? El hombre, objeto puro de la codicia, del consumo, no tiene protección en este sistema perverso. Para el hombre no hay reposición.
Por eso no está nada mal que este sistema muera y dé paso a otro opuesto que garantice no ya su dinero sino su propia vida, el derecho a su existencia de una forma más digna que la actual.
EL CORRALON DE UNA MUERTE ANUNCIADA
El corralito argentino ha vuelto a la memoria de los mortales de medio mundo. El debate de la calle, de los telediarios, de las tertulias televisivas nos ha devuelto a la actualidad, somos el ejemplo de la debacle, de esta burbuja asesina y ladrona.
Pero como no hay mal que por bien no venga, no sería extraño que La Argentina pueda resurgir de sus cenizas en este corralón mundial. Las posibilidades son escasas, dadas nuestras características, nuestras costumbres provincianas, nuestra inocencia gaucha, nuestra “cultura” de ser los mejores aunque estamos a la cola de todo. En codicia y corrupción no nos gana nadie.
Somos rehenes de nosotros mismos. No es normal que a La Argentina le vaya bien si al 80 por ciento de los argentinos les va rematadamente mal.
En todo y en el mejor de los casos -y por las dudas lo de los milagros sea un bien nacional- me encomiendo a la misma “potra” del bicampeón de formula 1, Fernando Alonso, en la última carrera de Singapur.
El asturiano no tenía la menor chance de ganar ya que partió del décimo- quinto puesto. En las primeras vueltas repostó combustible porque era la ley del condenado que no tenía nada que perder. En esas, su compañero brasileño de escudería, Nelsiño Piqué, se empotró contra las vallas de protección y cambió la película. Entró a la pista el coche de seguridad y Alonso se posicionó detrás, es decir, primero y con el tanque lleno. A este milagro (accidente) se sumó otro más, consiguió mantenerse primero hasta el final y ganó la carrera.
En una de esas, esta debacle financiera del corralón mundial, sirve para que nos quiten la deuda externa, se evaporen los archivos que nos tienen agarrados de los ovarios y de paso nos perdonen la sequía.
Puestos a pedir, el cielo es celeste como nuestra bandera, que lo declaren argentino y patrimonio mundial.
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