martes, 22 de abril de 2008

Lo que el humo se llevó


La Verdad Molesta

Escribe Aldo Ares
E.mail.: aldoares@hotmail.com

LO QUE EL HUMO SE LLEVÓ

¡Qué horror! Fue el primer pensamiento que me sobresaltó al despertar y no poder ver nada por el maldito humo. La novedad es que el humo se metió en Buenos Aires, como una invasión inglesa moderna, y, entonces, es cuando el país descubrió el fenómeno. Los porteños se sacudieron los ojos, les costó respirar y comprobaron la traición al “buen” nombre del “buen aire”.
¡Qué horror! que en el siglo XXI dos o tres personas, poseídas por una “mística gaucha”, se encierren a elucubrar cada medida que afecta a cerca de 40 millones de argentinos, después se van de vacaciones a Calafate o a París a lucir ropa de “marca” mientras el país se incendia por culpa de unos porotos, (punta de un iceberg inmenso), o unos matojos, y tanta gente desnutrida muere insensiblemente, como anécdota, para dibujar números estadísticos, mientras desaparecen fuentes de vida y cultura de los primeros pobladores argentinos (derechos humanos incluidos) en los montes quemados, porque esos dos o tres son los que decidieron todo. Me resulta inmoral, inhumano y criminal.
Porque antes del Delta, los montes del norte argentino desaparecieron en llamas por causas inconfesables y se adueñaron unos señores extraños de cientos de miles de hectáreas fiscales a precios de risa, que ya quisiéramos el resto de los 40 millones. Los nuevos terratenientes los pintaron de verde y hoy ganan millones con los porotitos. Montes que fueron recursos naturales de todos y, que yo sepa, desde el gobierno nada de esta locura se impidió. ¿Cómo lo iban a impedir si detrás estaba el “toco” de las retenciones?
¡Qué horror! Que 40 millones sean adormecidos, anestesiados, por dos o tres que forman una “logia de iluminados” y se apoderaron de los resortes y del botón de mando, perdón…, del mando a distancia, y que, como niños egoístas y déspotas, no dejan jugar a los demás (funcionarios e instituciones) en el juguete del Poder y las decisiones públicas.
Ministros reconvertidos en empleados obedientes, que no pintan nada, en términos reales de poder y que solo participan en el maquillaje de lo formal, de cara a la galería de los 40 millones.
Cómo se puede pisotear con tanta frivolidad los valores y los cimientos que los fundadores de la Nación nos legaron cual Biblia eterna en leyes constitucionales, verdaderas piedras filosofales, vestidas, no de “marca”, sino de exquisita honestidad, como camino ideal para construir un país poderoso y justo.
Cómo fue que el Congreso y su razón de ser, el debate de ideas, permaneció “clausurado”, ausente, en el momento en que el país se desangraba con un paro agropecuario que reclamaba –precisamente- su funcionamiento y su razonamiento plural y diverso, embrión de una legislación preclara.
El otro componente de rigor de una democracia, la oposición, también fue travestida y reducida a la nula expresión por la trituradora kirchnerista, para no tropezar con palos en la rueda de su sistema monárquico y arcaico.

LA TIERRA DEL FUEGO
SE TRASLADA A BUENOS AIRES

El origen de la Tierra del Fuego lo hallaron los marinos que avistaron desde el mar un humo impresionante que atribuyeron a los indios.
Hoy no quedan indios en Buenos Aires (entonces se acusa a los productores), pero la sombra maligna, inconfesada, ya contagia hasta las costas uruguayas, objetivo de guerra de otros conflictos medioambientales, también bastante oscuros.
En verdad, el humo porteño nubla los ojos, como un artilugio de guerra, a nuestros grandes, grandísimos, problemas de fondo: el modelo fracasado de un Estado Centralizado inviable, que vive de espaldas al INTERIOR del país, principal responsable y generador de la riqueza que sustenta ese Estado.
He aquí la madre del cordero. Un país inteligente se desarrolla por igual de norte a sur y de este a oeste, porque en el desarrollo equitativo de su territorio radica su sostenibilidad y la supervivencia en paz de su pueblo.
El modelo argentino sobrevivió a duras penas, por su excesiva riqueza, y el expolio a sus trabajadores, asentado en una discriminación arbitraria que mantiene empobrecidas y endeudadas hasta las cejas a las provincias, que paradójicamente son las que nutren las arcas del Estado.
Este sistema ha reventado ya, ha muerto de viejo, de inanición. Por tanto, se impone la creación de otro inverso, con un reparto equilibrado de los ingresos de forma institucionalizada, no como hasta ahora con los dedos caprichosos de los mandamases de turno, una tómbola de premios o castigos de la edad media, donde el 80 % de las rentas se la confiscaban los monarcas y el resto lo “perdonaban” a los productores para su primitiva subsistencia.
Esa Argentina relegada, retrasada, del interior, es la que se ha rebelado, porque el sistema actual no va más, y sería bueno que las autoridades nacionales entendieran la encrucijada y adoptaran una actitud “patriota”, una actitud positiva para buscar un entendimiento constructivo.
Lo de la “oligarquía del campo” es una gran mentira, una cortina de humo, para tapar a la verdadera culpable de la debacle nacional que es la “oligarquía financiera”, que ha devorado en mil pedazos, y lo sigue haciendo, los cimientos de nuestro país.
La “oligarquía financiera” es la mano negra invisible, la “bruja” responsable de la estafa más masiva y mortífera que se pueda imaginar sobre el hombro de 40 millones de argentinos. Todos los gobiernos, hasta la fecha, han sido y son funcionales a este monstruo de cien cabezas.
Cuando hablo de falta de inteligencia del gobierno actual está claro que siguen el juego reiterativo y especulativo del monstruo de cien cabezas y se equivocan enfrentando los mismos elementos del pasado que nos destruyen día a día.
No tienen claridad de ideas, el humo les nubla la razón, se excitan en una lucha absurda, prefabricada, la ideología del miedo y del enemigo en casa. No visualizan el verdadero objetivo.
Pero es que además, el otro elemento distorsivo del campo (otra cabeza del monstruo) son “los monopolios cerealeros” que controlan el mercado, se llevan el sudor de los productores y hasta de los camioneros, que les pagan lo que quieren y los extorsionan según su conveniencia.
Por todo ello, no se entiende la paranoia del gobierno con todo el mundo que se sale del pensamiento único, incluida la prensa independiente. Al talado de montes se adhiere el talado de ideas.
Lo aconsejable, en medio de esta neblina gris, es un gran Pacto nacional que incluya a todas las partes, al estilo de los de la “Moncloa”. Pero antes, hay que rectificar estructuras falsas como las de la inflación. Sin estos principios básicos no hay Pacto que resista ni media hora.

DELINCUENTES AL PODER

Pero además, ¿Por qué decimos que somos un país decadente, un país que lleva 60 años descendiendo en picado, contra natura?
Porque en estos 60 años mantenemos a los mismos actores políticos, los mismos dinosaurios carcamanes y toda su cría, más aficionados a sus intereses personales (la política como espacio de negocio no para hacer patria) -que precisamente perpetúa el viejo sistema- que a los intereses generales de los 40 millones que necesitan el cambio renovador.
Un país sin reflejos, sin capacidad de cambio, matemáticamente niega su evolución y se convierte en decadente.
Un gobierno que no es transparente con las cuentas públicas, que presiona y silencia a los jueces para que no se investigue la corrupción del Poder, ha cortado las venas a la democracia y blinda la “vieja política”.
El presidente de la Asociación de magistrados acaba de reconocer que sus compañeros se juegan la carrera y la vida si se atreven a incursionar en tan podrida materia. “El que se atreve –ha dicho el magistrado presidente, Ricardo Recondo- a procesar a funcionarios en activo, el gobierno se lo impide. Y un hombre común no es capaz de tamaño acto de independencia”.
La sentencia jurídica argentina es demoledoramente clara: Delincuentes al Poder, las cartas están echadas.
Como podemos apreciar, hay demasiadas y “pesadas” razones para que las rentas del campo no vuelvan a las provincias. ¿Hipocresía, mentiras, manipulación? –De todo hay en la viña del señor- dijo Sancho hace 500 años, pero vigente muy a pesar nuestro. Los “buenos” siguen en sus casas, los “malos” en el poder
Son los coletazos de un humo que anuncia desastre, que el tiempo no termina de disipar, por mucho río de la Plata capaz de apagarlo con un estornudo. Tenemos humo para rato, desgraciadamente. Mucha bruma y escasa visibilidad a la vista.
La tecnología de nuestros bomberos muy al uso de nuestros ancestros, machete en mano y mochila al hombro de 20 litros de agua (las retenciones no dan para más). Nada de subsidios, ni de odio, ni de frustraciones. ¿Quién dijo horizonte? Que nos manden otro tren “bala”, ¡por favor!

sábado, 19 de abril de 2008

Mi Opinión

Sin lugar a dudas apoyo la medida tomada por el ejecutivo nacional de implementar las retenciones móviles a las exportaciones, diferenciando los montos porcentuales entre la soja y el girasol de los demás cereales y oleaginosas.
También creo que el paro producido por los medianos y pequeños productores es justo y se debe más que nada a errores del gobierno por haber tomado una medida tan trascendental para la economía de este sector sin haber atendido previamente sus reclamos. Es claro que el gobierno no tomó en cuenta que con esta medida que afectaba, como digo antes, a los pequeños y medianos productores, se montarían en el reclamo los señores feudales y la derecha oligarca que siempre esta al asecho esperando cualquier oportunidad para emerger.
El verdadero motivo de las retenciones tal cual se plantearon el día 11 de marzo, tenían puramente un sentido recaudatorio. Por eso se tardó veinte días en anunciar las nuevas medidas que atendían los reclamos del 80% de productores medianos y pequeños.
Hablar desde el gobierno en contra de la concentración de la riqueza de los pool de siembra y de la sojización es muy bueno, pero algo tarde, cuando este mismo gobierno ayudó con sus políticas agropecuarias a que esto se llevara a cabo. ¿A caso el Sr. Grovocopatel no viajaba en el avión presidencial para hacer sus negocios en el exterior referentes a la soja? ¿O no fue acaso este gobierno el que demoró por más de tres años la ley de bosques, los que se estaban destruyendo para la siembra de este poroto? ¿O acaso este gobierno habló alguna vez de una nueva ley de arrendamientos? Desde amplios sectores sociales se advertía que con las políticas llevadas a cabo terminaríamos tomando leche de soja y comiendo milanesas de soja. ¿Acaso el gobierno escuchó esos reclamos? Pasaron cinco años para que lo entendiera.
El conflicto con el campo puso sobre el tapete, no solo saber quien es quien en el campo, sino también la distribución de la riqueza. Las formas de recaudación y cómo se distribuye. Hasta ahora la concentración sigue en aumento y la población de menores recursos sigue siendo postergada.
La distribución de la que habla el ejecutivo no la vemos en las escuelas, ni en los hospitales ni en la seguridad, si bien se a hecho algo en planes de viviendas, las poblaciones del conurbano siguen bebiendo agua contaminada.
Echar las culpas a la derecha, al complot y a los desestabilizadores es no responsabilizarse del error de no haber sabido ejecutar una política buena, como son las retenciones, con un estudio amplio y consensuado.
No se puede gobernar un país eternamente con DNU y tomando las medidas entre cuatro personas, más tarde o más temprano esto produce desgastes y descontento.
Un paro siempre se puede presentar como “extorsivo”. Es una medida extrema de fuerza para lograr un fin. Cuando un sindicato determina un paro lo hace por lo general para lograr una mejora salarial a la que mediante una negociación no se ha llegado, y dice “o me aumentan o paro mi sector”. Luego se llama al sindicato, se arregla un aumento y éste levanta el paro. Ahora bien, ¿Dónde esta la diferencia con el paro agropecuario? En que éste debido a la intransigencia del gobierno y tardar veinte días en resolver el tema, duró veintiún días. Esa es fundamentalmente la diferencia y que por ser un sector que es el principal proveedor de alimentos produjo desabastecimiento en la cadena alimentaria.
Cuando Kirchner se hizo cargo del gobierno, existía pobreza extrema en amplios sectores, hambre, desnutrición y falta de trabajo, eso por suerte se ha mejorado enormemente y hoy la desocupación ronda los parámetros normales (menos de un dígito), en el plano de los Derechos Humanos se han hecho cosas que son ejemplo mundial, la deuda externa se ha manejado bastante bien y fundamentalmente se eliminó el acoso del FMI del que todos los gobiernos anteriores fueron objeto y la Corte Suprema de Justicia a demostrado su independencia.
Todo eso que señalo esta muy bien y el país, por suerte, ha tomado un rumbo distinto al que tenía desde hace mucho tiempo y del cual la época de los 90 es el paradigma. Pero hay que ir por más y ese más es institucionalización, darle al Congreso su debido lugar, mayor transparencia, una nueva ley de coparticipación con las provincias y una distribución real de la riqueza.
Endeudarse en 3.000 millones de dólares para construir un tren bala, cuyo pasaje deberá ser subsidiado por su alto costo para que viajen los empresarios, cuando con ese monto se podía haber reconstruido la mayor cantidad de la red ferroviaria nacional que se encuentra en un abandono y deterioro terminal, no es una medida que ayude a los más carenciados y no tiene nada que ver con la equitativa distribución de la riqueza.
Cuando veo que solamente el 4,4% del superávit fiscal de los últimos cuatro años se destinó a los planes sanitarios, alimentarios y habitacionales de la población más postergada, es que no creo en el discurso presidencial. Lo que se dice desde los discursos, en la mayoría de los casos no condice con los hechos.
En definitiva, estoy de acuerdo con las retenciones móviles con subsidios y reembolsos para los medianos y pequeños productores agropecuarios, pero quiero ver de que manera y cómo se reinvierte esa masa de dinero en beneficio de las economías regionales y en la mejora de la población más castigada. Quiero ver que los lindos discursos se vean plasmados en la realidad.

Eduardo Montarcé

martes, 8 de abril de 2008

Trata de Personas

A favor de la modificación del proyecto de ley sobre el delito de Trata de Personas
El pasado jueves 3 de abril participamos, de la convocatoria realizada por diversos actores de la sociedad civil, para pronunciarnos a favor del cambio de ley que impulsa el oficialismo en materia de lucha contra la trata de personas. Día que coincidió con el sexto aniversario de la desaparición de Marita Verón.
Insistimos en la necesidad de que se configure el delito de trata cuando existe una situación objetiva de servidumbre: documentación retenida, restricción a la libertad, rastros de malos tratos y violencia; explotación, etc. Los sres. y sras. Diputados/as deben emular legislaciones internacionales que propendan a la disminución de tal flagelo así como la asistencia de las víctimas de trata. En el caso argentino el proyecto oficial pretende poner en las víctimas, que tanto han sufrido, la pesada carga de tener que probar que existió un delito que a todas luces existió, así como la diferenciación entre la trata de menores y de mayores para que la justicia actúe con mayor celeridad. Recordamos que la declaración es un aspecto más con que cuenta la justicia para pronunciarse.
Dirigimos esta preocupación a todas aquellas personas del EDE que estén interesadas o que trabajen en actividades relacionadas con la temática, a fin de proponerles debatir sobre el rol del partido en este creciente tema de delito de lesa humanidad.

¿Qué es la trata de personas?
La trata de personas es una forma moderna de esclavitud que se refiere a la captación, reclutamiento, traslado y acogida de personas con fines de explotación. La explotación adopta diferentes formas: explotación sexual, explotación para pornografía, para mendicidad, para venta callejera, explotación laboral.
Las víctimas de trata suelen ser reclutadas mediante engaños (tales como falsas ofertas de trabajo u ofertas engañosas) y trasladadas hasta el lugar donde serán explotadas.
En los lugares de explotación, las víctimas son retenidas por sus captores mediante amenazas, deudas, mentiras, coacción, violencia, etc. y obligadas a prostituirse o trabajar en condiciones infrahumanas. También existe la trata o el comercio de seres humanos para la extracción de órganos, aunque no existe ningún caso reportado públicamente en Argentina.
En la actualidad, las víctimas de la trata de personas no son sólo las mujeres blancas. Por eso ya no se habla de "trata de blancas", sino más bien de trata de personas.
Santiago García gtnsba@gmail.com
Andrea Conde andiconde@gmail.com